«Música en los Rincones de la Villa» es un ciclo organizado por el ayuntamiento de Salobreña, que cada jueves de julio y agosto propone un concierto en un rincón distinto del precioso casco antiguo de Salobreña. Los conciertos son gratuitos, al aire libre, y la programación presenta un gran abanico de estilos musicales que van desde la música clásica al jazz o incluso al rock.
Como artista salobreñera, esta ha sido la tercera vez que actúo en este mítico ciclo, que ya va por su 12ª edición. Pero han sido muchas más las veces que he asistido como espectadora, durante los veranos de mi adolescencia que recuerdo con gran cariño. En todo caso, de un lado u otro del escenario (o más bien, del rincón), los conciertos de Música en los Rincones son siempre una experiencia única. En esta ocasión, ha sido un privilegio poder tocar en un escenario como la calle Arrabal Villa, A, bajo una magnífica buganvilla cuyas flores salpicaban de colores vivos las blancas fachadas de las casas.
Hemos presentado, en dúo con Antoine Guerrero, un programa de melodías y danzas venidas de todos los rincones del planeta, en el que una bossa nova dialogaba con la banda sonora de una película mítica, con una fogosa obra de Manuel de Falla o una milonga argentina. Músicas escogidas para conquistar al público muy numeroso que nos acompañó aquella noche, y que se elevaron, etéreas, en la brisa nocturna de Salobreña.
